CIUDAD DE MÉXICO (22/NOV/2010).- La calidad de la educación que hay en México y “lastres” como la exclusión, la deficiente infraestructura, la desigualdad y las “reglas del juego que gobiernan el sistema educativo” no están ayudando a resolver los problemas de corrupción, delincuencia, violencia institucional ni a mejorar la participación política, señala el estudio de la Coalición Ciudadana por la Educación. Educación sin grilla. Bajo el nombre de “¿Qué pasa con la calidad de la educación en México?, Diagnóstico y propuestas desde la sociedad civil”, la agrupación que prevé sumar a un millón de ciudadanos, asegura que la forma en que hoy opera el sistema educativo en nuestro país hace que “un porcentaje importante de estudiantes en México no esté aprendiendo los contenidos mínimos para poder desarrollar sus capacidades”.
Ello a pesar de que en los últimos tres lustros, el presupuesto público para la educación se ha incrementado cerca de 70%, describe el diagnóstico realizado por poco más de cien especialistas en la investigación educativa.
Aún cuando se invierten recursos de forma creciente, prevalecen problemas como la reprobación y la alta deserción. Los investigadores (Tere Lanzagorta, Norma Loaeza, Rogelio Gómez, Lucrecia Santibáñez, Ricardo Raphael y Felipe Hevia, entre otros) estiman que 26 de cada 100 estudiantes reprueban al menos un grado; y 44 de cada 100, en educación indígena.
En 2007, eso se tradujo que cuatro de cada 10 estudiantes de 15 años no estaban cursando el nivel que les correspondía. La deserción escolar alcanza tasas de hasta 9% entre jóvenes de 15 a 17 años de edad, particularmente en entidades expulsoras de migrantes como Michoacán o Zacatecas.
Detallan que al medir la calidad del sistema, lo que se advierte es que dos terceras partes de los niños de primaria apenas alcanzan conocimientos “elementales o insuficientes” en matemáticas y español; mientras que en alumnos de secundaria el promedio aumentan hasta en 90%.
Además de la baja calidad del sistema, identifican cuatro “lastres” que hacen que sea más difícil que México cuente con recursos humanos calificados y un sistema educativo como mecanismo de movilidad social. El primero es la exclusión de jóvenes de la educación media superior y superior.
Entre los jóvenes de entre 15 a 29 años se advierte que uno de cada cuatro no ha concluido la primaria ni la secundaria y en el último año alrededor de 700 mil jóvenes dejaron la escuela. Esa situación abrió paso a un nuevo grupo de 7 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan conocidos como “ninis”.
El segundo “lastre” es el rezago educativo en el que viven más de 30 millones de mexicanos (44%) de la población que son analfabetas, no concluyeron la primaria o la secundaria. En términos laborales, señala el estudio, hace que cuando consiguen un empleo sus ingresos por hora sean de apenas ocho pesos por hora, mientras que los que alcanzan la educación superior reciban por arriba de 59 pesos en promedio por hora.
El estudio califica como tercer “lastre” de la educación mexicana a la desigualdad de oportunidades, que se acentúan aún más entre las comunidades indígenas; y por último, ubica a la “dificultad de comprender la magnitud de este problema” como una barrera para que los padres de familia demanden mejoras al sistema. Que 60% de los padres de familia estén “satisfechos” del servicio educativo y que solo 36% considere que la educación pública es “mala o muy mala” los hace estar conformes con la educación que reciben sus hijos.
En el documento de 56 páginas, la organización hace un llamado a la movilización nacional de los ciudadanos, a partir de modificar la educación básica, en la que se exige limitar el poder del SNTE.
COMENTARIO:
La mala calidad presentada por la instituciones Mexicanas Educativas, se deben a múltiples factores en los cuales se ve inmerso. Este problema se ve reflejado especialmente en los alumnos, en el momento en que no dominan los contenidos mínimos para poder desarrollar sus capacidades, en la reprobación, deserción, repetición, corrupción, delincuencia entre otros.
Considero importante cambiar la forma de operar del sistema educativo, más adecuado a las características de cada alumno y a las necesidades de la sociedad, que contribuya de manera positiva en la inclusión de la educación media superior y superior, con igualdad de oportunidades, combatiendo el rezago educativo y reconocer la magnitud de estos problemas, de manera que la inversión cada vez mayor (70 % ) brindada, aporte resultados positivos, distribuyendo la capital de manera equitativa, a lo que cada institución requiere.
REFERENCIA:
Lanzagorta, T. (2010, 22 de Noviembre)
Dos de cada tres niños de escuelas primarias, sólo alcanzan conocimiento elemental
Recuperado el jueves 25 de Noviembre del 2010